
¿Qué es la bergamota y por qué todos la quieren en su rutina?
Share
Definitivamente, la bergamota es uno de nuestros aceites esenciales favoritos.
No solamente porque tiene un aroma delicioso y envolvente, sino por sus increíbles beneficios para transformar espacios, estados de ánimo y rutinas. Por eso hoy te compartimos qué es la bergamota, cómo usarla y por qué es una de nuestras favoritas para crear momentos de pausa y presencia.
¿Qué es la bergamota?
Empecemos por definir ¿qué es la bergamota? Para sorpresa de muchos este delicioso aroma proviene de un cítrico con forma de pera y color entre verde y amarillo. No se come como una naranja ni se exprime como un limón, pero su cáscara encierra un tesoro: un aceite esencial aromático con notas frescas, cítricas y un toque floral.
Como mencionamos en el blog “aceites esenciales” el aceite de bergamota se extrae por presión en frío, sin calor ni químicos, conservando así su pureza y propiedades naturales.
Beneficios de la bergamota
¿Sabías que más allá de su aroma encantador, la bergamota tiene beneficios reales para el bienestar físico y emocional? Aquí te contamos de algunos que te encantarán:
|
![]() |
Ahora bien, los aceites esenciales puros pueden ser agresivos si se aplican directamente en la piel, existen varias maneras en los que se pueden y sacar su provecho. Aquí te comentamos cómo usar el aceite de bergamota.
Existen diferentes maneras de hacerlo parte de tu día, por ejemplo:
- En difusores: Llena tu espacio de luz, frescura y buena energía.
- Sprays para telas o almohadas: Ideal para crear atmósferas sutiles y envolventes.
En la piel es una buena opción para un masaje relajante, sin embargo, el aceite de bergamota es fotosensible, así que si lo usas sobre la piel, evita la exposición directa al sol. Como siempre, busca aceites naturales puros, sin fragancias sintéticas ni aditivos. Tu cuerpo y tu mente lo notan.
Inhalar bergamota es como abrir una ventana. A veces lo único que necesitas para transformar tu día es una pausa, un aroma… y la intención de volver al presente. Porque los rituales más simples son los que más se sienten.